Esta espantada generacional de programadores trajo consigo consecuencias y por mucho que este «abandono calculado» estuviera dentro de los «parámetros», desde mi punto de vista creo que se les fue de las manos.

Sinceramente, creo que no calcularon bien, o creyeron que los fieles a drupal, lo iban ha seguir siendo, pasara lo que pasara y ahí fue donde vino el error. 

Derepente, drupal se vaciaba de desarrolladores, bien porque symfony se les hacía grande, porque los costes se disparaban o simplemente porque mudaban a backdrop, pero sea como fuere, esto creó un vacío en el mundo del desarrollo drupal.

De una versión a otra, los desarrolladores desaparecieron, era cada vez más difícil encontrar alguien que supiera hacer un producto de calidad y estable con el nuevo stack y como no, entró en juego el mercado de valores.

En un abrir y cerrar de ojos, aquel que sabía desarrollar en drupal 8 acababa de duplicar su valor, las grandes empresas entraron en el juego pagando sueldos desorbitados y tan extremadamente atractivos que nadie en su sano juicio podía rechazar.

Esto hizo que las pequeñas empresas no encontrarán desarrolladores drupal por no poder entrar en la competición de las grandes y aquí surgió el dilema, mis clientes pagan lo suficiente para seguir desarrollando en drupal?

Si la respuesta era no, pues estaba claro, ahí se acababa drupal, en cambio, si la respuesta era sí o puede, entonces alguno se pensaba en continuar con esta tecnología.

El problema fue que habían muchos noes y esto hizo que el acceso al drupal para empresas medio-pequeñas se convirtiera en una odisea, ya que los costes y tiempos de un desarrollo drupal se habían multiplicado a la par que los sueldos.